Más tarde se apuntaron el punto Tejedor, que se defendió bien y aprovechó las imprecisiones de David Hernández y Adrián G. Laso, en un final de piezas pesadas con peón de ventaja que no parecía nada fácil. Crescencio me pilló en un renuncio táctico y tuve suerte de no perder, pero Juan Carlos ganó un final absolutamente inganable (alfiles y 2-2 peones en un flanco) y Marcos se mostró más acertado tras montarse un lío considerable en el que ambos bandos entregaban material con gran desprendimiento.
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