El
martes leí que se había restaurado la tumba del gran jugador de origen polaco Johannes Zukertort, en gran parte gracias a los esfuerzos del GM inglés-riojano Conquest; os enlazo la crónica del homenaje al primer subcampeón del mundo, en ChessVibes. Yo hubiese grabado en la lápida la posición del siguiente diagrama, que permanece en mi memoria desde que la ví hace más de 30 años en un librito de Fred Reinfeld, 'La perfección en ajedrez' (el volumen 21 de la mítica Colección Escaques):
Quizá los libros de ajedrez de Reinfeld no fueran demasiado didácticos, pero el prolífico autor yanqui cumplía el objetivo de un buen divulgador: no nos quiere vender que nuestro juego está en las últimas, lo malas que son casi todas las tablas, lo negativo que es estudiar o la necesidad de extrañas reglas para barajar las fichas, se conforma con hacer que lo amemos a través de su belleza.
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