lunes, 12 de enero de 2009

Resolviendo estudios

Los finales de peones forman un submundo fascinante dentro de los estudios, en el que las maniobras de los reyes se rigen por principios propios, sin mucha aplicación a otros tipos de finales; en fin, digamos que son algo así como los documentales de insectos dentro de los documentales de naturaleza. 

¿Puede entonces la resolución de estos finales mejorar nuestra capacidad de cálculo en una partida, con todas las fichas siguiendo diferentes trayectorias? No estoy seguro, pero tampoco nos puede hacer ningún mal: entrenamos nuestra capacidad para tomar decisiones, manejamos la búsqueda de jugadas candidatas, adquirimos seguridad con los temas típicos de los finales de peones y, al menos en mi caso, nos divertimos cuando la solución va tomando forma.

Volviendo al libro que os comenté el otro día: en el viaje de vuelta desde Inglaterra encontré una página con 9 diagramas sin las soluciones cerca, y decidí darme los poco más de 90 minutos que dura el vuelo desde Stanstedt hasta Parayas para solucionarlos todos:



Por si alguien se pica, os diré que en todos los estudios juegan las blancas (como es norma), que deben hacer tablas y que el rey ahogado es protagonista de las soluciones, que os iré subiendo en las próximas semanas.

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