El poseedor de los peones ligados también puede caer en el pecado contrario, subestimando las posibilidades defensivas del rival. En la siguiente partida el co-candidato no precisa en la posición inicial y deja que su rey se separe de los peones. Tras no encontrar el difícil camino a la victoria desde el diagrama, se llega a una posición de bloqueo similar a la que vimos en la cuarta entrega de esta serie.
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