jueves, 26 de febrero de 2009

¡La bombona!

¡Claro, la bombona!

Cuando leí el tro día la historia de la reclamación de Mamedyarov en el Open Aeroflot no pude dejar de recordar una anécdota que el gran César San Vicente (campeón regional en 1964 y 1968) contaba bastante a menudo:  tras perder una partida, Luis Arroyo (subcampeón regional cuatro veces entre 1951 y 1962) comenzó decir en voz alta: "¡Claro, la bombona!" (o algo así). ¿Qué le ocurrió a Arroyo? Resulta que la mujer le había pedido que cambiara la bombona de butano poco antes de empezar la partida, y después del esfuerzo... 

Por no salirnos del ajedrez cántabro, no quiero ni pensar en las conspiraciones judeomásónicas que detectaría Mamedyarov si perdiera una partida con cualquiera de nosotros, que nos movemos más que los precios.

Investiguemos con más detalle las seis jugadas que, supuestamente, Kurnosov no pudo descubrir sin la ayuda de Rybka:

1 comentario:

oa77 dijo...

ya... bueno, siempre es un poco sorpredente de que "forma" llegan algunos a los club de los TOP 2700...

Era Polgar la siempre decia que nunca ganaba a un Rival "SANO"... ;-)